La importancia de las cámaras frigoríficas en seguridad alimentaria
En el mundo de la industria cárnica, los sistemas de cámaras frigoríficas se vuelven una pieza fundamental para la conservación de estos alimentos. Por ello, en DoorFrig usamos los materiales de la mejor calidad para la construcción de puertas frigoríficas para el sector alimentario, entre otros.
El frío que proporcionan las cámaras es fundamental para prevenir muchos problemas relacionados con la aparición de patógenos en alimentos. Pero no sólo basta con mantener una buena temperatura, sino que la limpieza se vuelve imprescindible para evitar estos problemas. Así, mantener las cámaras limpias y desinfectadas, utilizando los métodos más adecuados para ello, es crucial para neutralizar las bacterias de los alimentos allí almacenados.
Y es que, no debemos olvidar que, a pesar de que los gérmenes se inmovilicen durante un tiempo, si consiguen permanecen más tiempo de lo normal en el interior de las cámaras, pueden adaptarse a estas bajas temperaturas y comenzar a actuar de nuevo, con todos los problemas que ello implicaría.
Nuestras puertas frigoríficas se adaptan a todo tipo de cámaras frigoríficas, tanto para el ámbito industrial como el comercial. De este modo, fabricamos puertas de todas las medidas para mantener los productos perecederos a la temperatura más óptima para su conservación, ya sean productos cárnicos, verduras, pescado o lácteos.
Ventajas del frío en la conservación de los alimentos
Tanto para uso doméstico como para uso industrial o comercial, el frío es uno de los sistemas por excelencia para la conservación de alimentos. Este hecho es así gracias a que permite que la actividad de microorganismos patógenos en alimentos vaya mucho más lenta, o lo que es lo mismo, el frío consigue alargar su vida útil de los alimentos.
Otra de las grandes ventajas y que marca una de las diferencias con respecto al calor, es que la refrigeración no destruye los patógenos, tan solo limita su crecimiento.
El frío de las cámaras permite mantener una temperatura un poco superior al punto de congelación. Así, lo que conseguimos es mantener el agua de los alimentos líquida para ralentizar su deterioro y conservar sus propiedades inalterables durante un periodo largo.
Para todo ello, será imprescindible que tengamos en cuenta las necesidades del producto y las características de las cámaras para poder conseguir una mayor seguridad del producto.