¿Por qué es importante conservar las flores en cámaras frigoríficas?

¿Por qué es importante conservar las flores en cámaras frigoríficas?

Sin duda alguna, uno de los aliados fundamentales de la industria de la floristería son las cámaras frigoríficas. Estas instalaciones permiten alargar la vida útil de las flores, manteniendo su apariencia y retrasando al máximo la descomposición. La industria de las flores ha sido una de las más globalizadas, siglos antes de que la palabra globalización estuviera en boca de todas las industrias. Desde hace décadas podemos encontrar una floristería desde cualquier rincón del planeta.

Uno de los retos más importantes que ha tenido la industria de la floristería en el mundo entero, es la conservación de las flores en sus intensos viajes por el mundo. Desde que son cortadas de la planta, las flores inician un proceso natural de descomposición que arruina su valor estético y su potencial comercial. El mínimo cambio en las condiciones ambientales puede dañar irremediablemente un hermoso pétalo transformándolo en una marchita flor sin valor económico. Pero, por otro lado, la delicada estructura de la flor puede dañarse por excesos de frío o bruscos cambios térmicos.

Las condiciones de humedad, oxígeno en el aire o acumulaciones de gases, pueden acelerar los procesos de descomposición, ocasionando pérdidas millonarias. Entonces ¿Cómo conservar las flores desde la plantación hasta las manos del cliente con las mismas condiciones de belleza, aroma y frescura?

La respuesta yace en las cámaras frigoríficas. Estas cámaras están especialmente adaptadas para cada tipo de flor replicando al máximo su ambiente natural. Asimismo, proveen a cada flor una temperatura, un nivel de humedad y de oxigenación óptimo para mantener sus valores estéticos por más tiempo. Veamos la importancia de las cámaras de frío aplicadas a la industria de la floristería.


¿Cómo el frío ayuda a conservar las flores a nivel comercial?

Las flores que compramos para una ocasión especial, han hecho un largo recorrido desde su punto de origen hasta las manos de nuestro florista preferido. Estos procesos incluyen la siembra, recolección, empacado, transporte y conservación hasta el cliente final. De hecho, las flores tienen un punto de descomposición más acelerado que cualquier producto cárnico, mariscos o pescados. La belleza de una hermosa flor puede arruinarse en pocos días una vez que ha sido cortada de la planta.

Es por ello que retrasar este proceso natural es fundamental para la comercialización de las flores. Sin embargo, cada flor tiene una temperatura, humedad y condiciones especiales que deben considerarse para extender la frescura y conservar el aroma natural. La congelación es tan perjudicial para las flores como la misma descomposición, pues las bajas temperaturas dañan a las flores de manera irremediable. Por esta razón, las cámaras frigoríficas para la conservación de flores se adaptan a temperaturas justo por encima del punto de congelación.

Aunque varía dependiendo del clima, tipo de flor, tamaño de la cámara y velocidad de reposición, la mayoría de las cámaras se ajustan entre los 2 y 10ºC. Con niveles de humedad variables y en algunos casos se instalan aspersores o humidificadores especiales. Las puertas de las cámaras frigoríficas también se adaptan a las necesidades de cada instalación y el volumen de tráfico que tengan los inventarios.

Todos los elementos del sistema deben funcionar en un delicado equilibrio y la velocidad de un negocio que libra batallas contra el tiempo permanentemente. En esta delicada interacción de elementos el mantenimiento de las puertas de las cámaras frigoríficas forma un pivote fundamental para el buen desenvolvimiento del negocio. Mantener las cámaras en perfecto estado es la base para una industria que emplea a miles de familias a nivel mundial.