Temperatura de la nevera

Temperaturas óptimas en el proceso de congelación

Gracias al método de congelación se pueden conservar los alimentos durante largos períodos de tiempo sin que pierdan apenas propiedades. En temperaturas inferiores a 24 °C bajo cero se detiene la actividad enzimática y bacteriológica que influye en la degradación de los alimentos y se pueden mantener mucho más tiempo frescos, sin deteriorarse. Sin embargo, para conseguir unos resultados óptimos es necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • El área de almacenamiento debe de estar seca, limpia y bien ventilada.
  • Es necesario asegurarse de que las cámaras frigoríficas tienen la temperatura correcta para garantizar la congelación de los alimentos.
  • Se aconseja abrir la puerta del congelador lo menos posible para evitar que la temperatura varíe.
  • La temperatura ideal para conservar alimentos ya congelados es de 18 °C bajo cero, mientras que la temperatura idónea para congelar es 25 °C bajo cero.
  • Envasa los alimentos para mantener todas sus propiedades. Los alimentos conservados en congelación y no envasados que no estén bien congelados pueden sufrir una alteración conocida como la “quemadura de la congelación” .Consiste en un proceso que deseca la superficie del alimento formando una costra blanquecina,suponiendo una pérdida de nutrientes y una disminución de la calidad final del producto.
  • Por norma general nunca deben volver a congelarse los alimentos que previamente han sido descongelados.

¿Como congelar y descongelar correctamente alimentos?

La congelación debe hacerse muy rápida y a temperaturas bajas, ya que si la temperatura no es lo suficientemente baja se acabarán formando grandes cristales de hielo en los alimentos que modificarán las características del alimento. Por el contrario con la congelación rápida , el agua que contienen los alimentos formará cristales de hielo pequeños que, al descongelarse, no cambian la estructura de los alimentos. manteniendo intactas características como la textura y el sabor.

Para descongelar de manera correcta un producto es necesario hacerlo lentamente y en frío, es decir, dentro de la propia unidad frigorífica. Lo ideal es colocar el alimento sobre una rejilla y dentro de un recipiente. Con la rejilla se evita que el alimento quede en contacto con el líquido resultante de la descongelación y con el recipiente se impide que ese líquido caiga sobre otros productos.

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