La importancia del diseño en una cámara frigorífica
El diseño de una cámara frigorífica es fundamental y debe de tener sus propios criterios de diseño y construcción. En el caso de estas cámaras realizadas para conservar el frío, se mantiene unos parámetros de diseños parecidos, como si se tratase de un almacén normal y corriente. Sin embargo la particularidad y lo que le diferencia de estos, principalmente, es el frío, por lo que las propiedades aislantes tendrán una mayor importancia en esta cámara frigorífica y sobre todo, los aparatos necesarios para mantener a todo el almacén refrigerado, a la temperatura deseada.
Para empezar, uno de los aspectos que hay que tratar con prioridad, es la seguridad del mismo y la que pueden tener los empleados, de forma que las puertas frigoríficas, siempre se tienen que poder abrir desde dentro, para que nadie pueda quedarse atrapado por accidente. Las puertas de las cámaras frigoríficas pueden dar problemas en su uso y desempeño, si se han diseñado de forma incorrecta o presentan cualquier tipo de error dejando atrapado a cualquier persona en su interior.
Teniendo en cuenta este aspecto, tenemos que empezar a valorar la distribución del mismo en su interior y el espacio que vamos a dejar para la maniobrabilidad de los operarios. Es importante determinar esto con anterioridad, porque evidentemente la capacidad de refrigeración del mismo, tendrá que ser mayor o menor, dependiendo del tamaño del almacén, por lo que atendiendo a los costes del mismo, lo mejor es diseñarlo en base a la capacidad que creamos necesitar, puesto que todo lo que sobre, será perder dinero.
El diseño del interior
Teniendo en cuenta el espacio que vamos a dejar para maniobrar y los lugares en donde vamos a poder almacenar las mercancías, se podrá calcular ya no solo la capacidad necesaria para aclimatar la estancia, si no también calcular la carga máxima de mercancía en un día caluroso, ya que esta puede llegar a calentar algo el ambiente y afectar de esta forma la temperatura del mismo. Todo esto tiene que saberse de antemano para saber el límite y funcionalidad del mismo.
Teniendo en cuenta todo esto, ya se puede trabajar en la distribución de los diferentes compresores de refrigeración y calcular la potencia necesaria para mantenerlo siempre en su estado óptimo. De esta manera, lo mejor para diseñar un almacén frigorífico, es conocer de primera mano el uso que se pretende dar del mismo, puesto que de esa forma, las variables de refrigeración, cambiarán tanto en un sentido, como en otro.