¿Cómo influyen las puertas frigoríficas en la factura de la luz?
El coste de la electricidad es para muchas industrias una de las partidas presupuestarias más importantes. Para las industrias, la factura eléctrica se lleva buena parte de sus costes operativos y por ello buscan permanentemente medidas para reducirla. Una de las mayores fuentes de gasto eléctrico en industrias alimentarias, farmacológicas y otras plantas industriales, es el sistema de refrigeración. La conservación de materias primas y productos procesados, se lleva un alto porcentaje de la factura de la luz.
Lo mismo sucede en empresas de servicios alimenticios, hostelería y restauración, en la que las cámaras frigoríficas consumen buena parte de la electricidad. En todos estos servicios, optimizar el gasto es una política estratégica en el desarrollo empresarial. La búsqueda de cámaras frigoríficas y de congelación que optimicen el gasto eléctrico es fundamental para el desarrollo operativo y el crecimiento empresarial. En este sentido, la instalación de sistemas con alta eficiencia energética y la instalación de sistemas de mayor conservación térmica, es crucial. Las cámaras con mayor conservación de la temperatura utilizan de modo más eficiente la energía, necesitando en menor medida los equipos de refrigeración.
Todos los componentes del sistema de estas cámaras deben asegurar una mejor conservación de los productos y al mismo tiempo, un menor gasto energético. Las puertas frigoríficas correderas, pivotantes y con cierres herméticos aseguran un mejor uso de las cámaras. Un mejor uso de la electricidad reduce la factura de electricidad, pero requieren de una serie de técnicas de revisión continua de las cámaras. Veamos los puntos más importantes que debemos atender para optimizar el uso de nuestras cámaras de frío a fin de reducir el gasto eléctrico y ahorrar mucho dinero.
5 puntos para optimizar el gasto energético de tu cámara frigorífica
En muchos casos, para mejorar el consumo no es necesario instalar una nueva cámara frigorífica o cambiar los equipos de refrigeración. Muchas cámaras tienen una estructura adecuada que no trabaja con la mejor eficiencia. La mejor forma de aumentar la eficiencia energética es:
- Revisar los puntos vulnerables de intercambio térmico: Una cámara que presenta fisuras, roturas y puntos de escape estará a fin de mes consumiendo mucha más energía de la necesaria. Es por ello que debemos comprobar la indemnidad de paneles, juntas, puertas, tuberías de refrigeración, suelos y techos.
- Equipos inadecuados: Por exceso o por defecto, muchas cámaras tienen equipos de refrigeración inadecuados. Debemos ajustar el sistema de refrigeración a la superficie, volumen, cantidad de producto, nivel de tráfico y ubicación de la cámara.
- Puertas inadecuadas: Cada tipo de cámara tiene una puerta ideal de acuerdo a su finalidad, tráfico, tipo de contenido o tamaño de la cámara. Una cámara puede tener puertas frigoríficas correderas, pivotantes, abisagradas o basculantes.
- Fallos en el sistema de cierre: Una alarma que indique el cierre total de la cámara puede determinar si la misma ha quedado abierta. Una puerta abierta es una vía de contaminación del contenido y además una fuente de gasto eléctrico negativo.
- Desorden y desorganización de la cámara: Una cámara debe tener un orden que optimice su uso. Las entradas y salidas de productos, con estanterías que impiden la libre circulación del aire o que bloquean el paso, pueden reducir la eficiencia.
La falta de un mantenimiento preventivo y curativo a tiempo, puede ser uno de los principales factores de ineficiencia de la cámara. Con la correcta asesoría técnica, podemos optimizar el uso de nuestra cámara con mínimas inversiones y un aumento de la rentabilidad inmediata.